No es Michael Jackson, no. El rey del pop es Andy Warhol, el artista que vislumbró una mina de oro tras los objetos cotidianos. Warhol era un excepcional pintor pero sobre todo era una magnífico vendedor: se postuló como producto y los réditos de aquella puja se llaman hoy Warholmanía. Sus pinturas de accidentes de coches se subastan hoy por 71 millones de dólares. Y subiendo.