hola catuno, que suerte tines poder hablar con ellas por telefono.
un abrazoooooooooo
hola señito yo no hablo por telefono con nadie: ellas tienen el mio pero todavia no me llamaron. un abrazo amigo
buenas tardes mmj, a mí de niño no me gustaba comer pan con la comida, hoy no puedo pasar sin el
Hola señito. Yo creo que a pocos niños les gusta comerpan con la comida. Luego cuando crecemos, la cosa cambia.
mmj HABLAS POR TELEFONO CON RAQUEL Y ANA SI ES ASI QUE TEDEN EL MIO
hola catuno, que suerte tines poder hablar con ellas por telefono.
un abrazoooooooooo
Yo también. Me tengo que ir a por el pan. Siempre lo dejo para lo último.
buenas tardes mmj, a mí de niño no me gustaba comerpan con la comida, hoy no puedo pasar sin el
Os dejo, voy a tender la ropa.
buenas tardes raquelina, yo hace poco tendí mi colada
Menos mal que me lo compra mi madre, sino más de un día comiamos sin pan.
mmj HABLAS POR TELEFONO CON RAQUEL Y ANA SI ES ASI QUE TEDEN EL MIO
Menos mal que me lo compra mi madre, sino más de un día comiamos sin pan.
Yo también. Me tengo que ir a por el pan. Siempre lo dejo para lo último.
Os dejo, voy a tender la ropa.
Yo tambien.
Bueno te dejo, me voy a mis oficinas que están patas arriba.
Una familia viajó desde Hannover a Berlín para alojarse en el Hotel Adlon Kempiniski. Sin embargo una vez en la habitación descubrieron que se habían olvidado en casa el osito de su hija, y la niña no podía dormir sin el peluche. Así que el encargado del hotel, Raffaele Sorrentino, tuvo que enviar a un empleado a Berlín -cinco horas de viaje- para recoger el peluche de la residencia de la familia.
Habría sido más facil comprar otro osito a la niña.
E incluso tuvo que organizar la comitiva que transportaría a una estrella en helicóptero desde su barco al hotel. Lo que pasa es que la estrella había especificado incluso el color, la marca y la disposición de todos los coches que la llevarían desde el barco al helicóptero, una distancia de apenas 100 metros.
Simon Thomas, del Brown's Hotel de Londres no gana para exigencias extrañas. Una vez tuvo que comprar una casa y todo el mobiliario para un cliente. En otra ocasión tuvo que organizar el envío de 21 ciervos desde Kuwait a Londres para el cumpleaños de la hija del cliente.