Nadal se impuso por 7-5 y 6-4 después de una hora y 44 minutos, en un partido que empezó a las cuatro de la tarde y concluyó cerca de las nueve de la
noche, con la grada prácticamente vacía. Muchos aficionados locales ya se habían desplazado a presenciar el Lazio-Inter. No pudieron contemplar una ceremonia en la que se
premió al pentacampeón, al auténtico emperador de la arcilla.