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ALBARES (Guadalajara)

Mi Nancy y sus conjuntos; comunión
Foto enviada por IR

No, no, yo no hablo de la Sissi de las películas yo hablo de su verdadera vida.
Ya, ya.
Me gustaban mucho sus pelícluas. Gracias mmj.
No, no, yo no hablo de la Sissi de las películas yo hablo de su verdadera vida.
Si te interesa el personaje de Sissi, como persona, tengo varios libros de ella.
Me gustaban mucho sus pelícluas. Gracias mmj.
No es tampoco la dulce heroína de los cuentos editados por Bruguera en los 70 -que hicieron las delicias de quien esto escribe- ni es la princesita de los dibujos animados que se emitieron en los 90, con motivo del aniversario de su muerte.
Si te interesa el personaje de Sissi, como persona, tengo varios libros de ella.
No es tampoco la dulce heroína de los cuentos editados por Bruguera en los 70 -que hicieron las delicias de quien esto escribe- ni es la princesita de los dibujos animados que se emitieron en los 90, con motivo del aniversario de su muerte.
Años después, la actriz volvería a interpretar a Sissi en Luis II de Baviera, dirigida por Luchino Visconti, aunque de una manera muy distinta a la trilogía (Sissi, Sissi Emperatriz y El destino de Sissi).
Elizabeth no fue la princesa almibarada y tierna, un poco desvaída, que se muestra en las películas de Romy Schneider que en la década de los 50 hicieron creer a las niñas que de verdad existían los cuentos de hadas.
Nadie supo ver la profunda tristeza, la vulnerabilidad que se escondían detrás de esta mujer hermosa, que encandiló al mismísimo emperador de Austria, Francisco José.
Nadie comprendió su camino sin fin, su lucha contra lo establecido
La vieja Europa no estaba preparada para entender a una mujer como Sissi.
Su temperamento independiente, ajeno a las normas sociales, hizo temblar a la timorata Viena y palidecer a la propia reina Victoria, a Isabel II y el rey de Grecia
Atacada por unos, alabada por otros, compadecida por algunos, quizá nadie -ni ella misma- supo qué se escondía en su alma, qué torturaba su corazón, qué quería, qué anhelaba.
La Emperatriz Elizabeth -Sissi- es una figura histórica de sobras conocida.
Sissi fue una mujer enfrentada a su propia soledad, que quiso por encima de todo ser libre y que anduvo obsesionada por sus propios fantasmas; de ahí quizá esa obstinación en seguir caminando, en seguir viajando, en correr, en huir de sí misma.
Y Sissi fue enterrada en la Cripta de los Capuchinos, justo donde no hubiera querido estar nunca.