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ALBARES (Guadalajara)

Mi Nancy y sus conjuntos: vestido rosa
Foto enviada por IR

Posiblemente, sea una de las mujeres de anatomía más admirada, retratada y conocida. Símbolo del culto a la belleza que representa el Renacimiento.
El último punto, todavía no suficientemente aclarado es su repentinamente muerte en su casa tan solo unos días después de estos hechos. Evidentemente no ha interesado investigar, pero es sospechosa una muerte tan repentina. Carolina era un estorbo y su marido parece que no dudó nunca en hacer cualquier cosa para deshacerse de ella: ¿Incluso...?
Así que la reina no pudo entrar en la abadía donde estaban coronando a su esposo. Carolina viendo que el pueblo se daba cuenta de la artimaña y que comenzaba a levantarse violentamente decidió regresar completamente derrotada a su casa aunque lo hizo bajo el amor del pueblo, conocedor de su desgracia.
Por suerte para carolina, sus amigos en la corte consiguieron que durante el juicio se la considerara inocente y pudiera conservar la corona. Pero esto no es todo, todavía faltaba la coronación de Jorge IV y este, en un acto supremo de mezquindad ordeno que nadie sin invitación podía entrar a la ceremonia y claro, no invitó a su mujer.
Comenzó entonces el ataque más encarnizado contra su persona. Se la acusó de infidelidad por su relación con Pérgami, usando para ellos los testimonios de espías, italianos sobornados y demás artimañas más propias de una taberna que de la corona inglesa
Mientras se encontraba en Italia, el todavía rey Jorge III murió, proclamando nuevo soberano a su marido y por tanto siendo oficialmente reina de Inglaterra, a pesar de la oposición de su esposo.
A su regreso se la impidió la entrada en el país, incluso no se la permitió atravesar Francia debido a la presión diplomática que ejerció el nuevo rey sobre sus aliados europeos, pero a pesar de toda esta oposición consiguió regresar, siendo recibida apoteósicamente por el pueblo ingles.
Allí, alejada de la frialdad y el rigor de palacio se dice que fue realmente dichosa, al menos durante un tiempo. Cierto es que fue un viaje muy polémico, ya que se rodeó de sirvientes italianos, especialmente de uno, un tal Bartolomeo Pérgami, del cual se decía que era su amante. Esta relación nunca del todo aclarada fue el argumento usado por su marido para pedir la nulidad de su matrimonio.
La semilla de la duda crecía y crecía, afectando a sus relaciones con el rey Jorge III, su antiguo valedor y protector. Finalmente Jorge se salió con la suya y le arrebató por completo la custodia de su hija, por lo que la todavía princesa de Gales no tuvo más remedio que alejarse y emprender un viaje por Italia a modo de destierro forzoso-
Toda oposición era inútil, la acusaron de infidelidad, de haber tenido un hijo con un noble de la corte. Todo falso. El único error de Carolina fue adoptar a varios niños en un intento desesperado de dar y recibir amor. Para su consuelo, su carácter dulce y su sincera bondad le ganó el cariño del pueblo llano, que siempre confió en ella y la apoyó en todo momento.
El heredero continuó con su vida de amantes, juego y vicios de todo tipo, se afirmaba incluso que se había vuelto a casar en secreto. Se enemistó de tal forma con Carolina que la prohibió vivir en su cercanía e hizo todo lo posible por arrebatarle la custodia de su hija.
Decimos esto porque su vida matrimonial fue un infierno, Jorge la aceptó por imposición, nunca llegaron a tener una vida en común juntos, salvo el tiempo justo para tener una hija, pero acto seguido se produjo una separación de hecho, que no de derecho
Su azarosa relación con la corona británica comenzó cuando fue propuesta en matrimonio con el heredero y príncipe de Gales, Jorge Augusto Federico, el futuro Jorge IV. Corría el año 1794 y la vida disoluta y escandalosa del heredero le había llevado a acumular una deuda enorme, imposible de pagar. Como posible solución, el parlamento acordó ayudar en el pago si el heredero contraía matrimonio y en efecto, la desdichada elegida fue Carolina.
Existen muchas similitudes entre las biografías de Carolina de Brunswick y Lady Di, ambas, princesas de Gales, con matrimonios infelices y muertes dramáticas. La ignominia que cometió con ella la familia real Británica es una de las páginas más negras de su historia.
Carolina de Brunswick, la humillada reina de Inglaterra
Pero, tras vender un millón de muñecas anuales entre 1968-1993, sus ventas comienzan a caer en 1993 hasta las 400.000 unidades y finalmente abandona las estanterías de las tiendas de juguetes en 1996 para tomarse un respiro…