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ALBARES (Guadalajara)

Rompetechos
Foto enviada por IR

El pobre Rompetechos es capaz de meterse en los líos más gordos que se pueda uno imaginar. Y es que el hombre no ve ni torta.
Puede confundir a un hombre disfrazado de vikingo con un ciervo e intenta cazarlo, etc. Si lo que intenta es comprar algo invariablemente leerá mal todos los carteles (por ejemplo "cabañas usadas" en lugar de "castañas asadas") y luego tendrá un diálogo surrealista con el empleado de la tienda.
El esquema habitual de una historieta de Rompetechos suele ser el siguiente: El personaje tiene la necesidad de hacer o comprar algo, por lo que empieza a ir de un lado a otro provocando multitud de desastres debido a que su falta de visión le hace confundirlo todo (por ejemplo; confunde a un joven melenudo con una margarita y procede a "arrancarla".
Rompetechos realiza acciones cotidianas, pero no salen como debieran ya que su miopía le hace ver el mundo de otra forma.
Las historietas nos cuentan la vida de este personaje en la que se suceden situaciones graciosas provocadas por su falta de visión.
Rompetechos es un hombrecillo más bien bajito, siempre ataviado con su traje oscuro, con tres pelos que le cubren la calva, un discreto bigote y, lo que le ha hecho famoso, más cegato que un topo. Ni siquiera con sus gafas de culo de botella es capaz de ver tres en un burro.
Rompetechos nace en 1964, en las páginas de cómo no la editorial Bruguera, en la revista Tío Vivo.
Vamos a continuar recordando el mundo del tebeo, hoy con un personaje de Ibañez.