El objetivo de esta campaña era demostrar que los
canales temáticos de pago son eficaces medios de comunicación. Para ello, la agencia Shackleton se propuso publicitar y poner de moda un producto desconocido. Eligieron el
pueblo de Miralvete de la
Sierra, en
Teruel, y a sus doce habitantes, para que animaran a la gente a visitarles en su página web. Esta noticia conquistó a los medios, provocando un impacto en prensa, televisión y radio por valor de 574.000 euros, el doble del coste de la campaña.