El hasta ahora mayor vertido de la
Historia no fue consecuencia de un accidente de un buque o una plataforma petrolífera sino de una guerra, la I Guerra del Golfo. El 19 de enero de 1991 el
ejército iraquí, en plena retirada, hizo explosionar varios
pozos de la invadida Kuwait. Las
aguas del Golfo Pérsico recibieron casi dos millones de toneladas de crudo.