ALBARES (Guadalajara)

Ya he acabado.

¡Anda catuno, también estás por Albares!

Hola Ana, estás sacando la faena.

buenas noches IR

Hola Ana, estás sacando la faena.

Estoy haciendo los deberes de RG, ella no puede.

Hola Ana, estás sacando la faena.

Buenas tardes foreros.

Hola IR.

Buenas tardes foreros.

Pues bien, el chapín, era como se denominó al impuesto que se pagaba en Castilla para costear la boda del rey. Felipe V (Versalles, 1683-Madrid, 1746) rey de España (1700-enero de 1724 y septiembre 1724-1746), fue el último rey que se casó aprovechándose de este impopular impuesto.

En el siglo XV, era de uso habitual entre las mujeres, un tipo de calzado llamado el chapín, que era una especie de chanclo de corcho, forrado de cordobán, de gruesas suelas y elevadas plataformas, de hasta 75 cm de altura, especiales para la lluvia.

La verdad es que este número abusivo de días de fiesta no afectaba para nada a los asuntos económicos del Imperio, ya que eran pocos los ciudadanos romanos que trabajaban, tal y como hoy se entiende el trabajo. Para estos menesteres estaban los esclavos que trabajaban por ellos y por sus señores. No es de extrañar que cuando, la expansión de Roma comenzó a ser menor y sobre todo con las invasiones de los pueblos bárbaros se produjera una crisis tal, debida a la carencia de esclavos, que la economía ... (ver texto completo)

En la Roma imperial era tal el número de fiestas que se celebraban que se puede decir que por cada día laborable había dos festivos.

La expresión "por fas o por nefas" tiene su origen en la Antigua Roma, ya que por aquel entonces, los días se dividían en días fastos y nefastos. Los días fastos eran días favorables y se utilizaban para celebrar los actos públicos y festejos. Durante los días nefastos, sin embargo, no se celebraban juicios ni actos públicos, ya que eran tenidos por días de desgracias.

En la actualidad esta expresión significa "por unas cosas o por otras".

En Inglaterra, estuvo vigente hasta principios de siglo XX, una ley que autorizaba a los maridos a poder pegar a sus esposas "siempre que no fuera con una vara más ancha que el pulgar del marido". No es de extrañar que dicha ley durara hasta hace relativamente pronto, ya que la violencia como disciplina siempre ha sido una característica anglosajona. La duda radica, en si también había mujeres que aplicaban la misma medida a sus maridos, aunque si la ley no estaba escrita para ellas.

A principios del siglo XIX, en algunas ciudades de Estados Unidos se comenzó a reservar la numeración par para un lado de la calle y la impar para el otro. Este hecho que nos parece tan habitual, no se instauró en Europa hasta unos años después de haberse generalizado en los Estados Unidos.

En 1463 en el Pont de Nôtre Dame de París, se inició la costumbre de numerar las casas para facilitar el conocimiento de su ubicación. Esta medida innovadora facilitó no solo que los ciudadanos se pudieran dirigir a los lugares con una mayor facilidad, sino que además, favoreció el cobro de impuesto y una identificación más fiable de los ciudadanos y sus lugares habituales de residencia. Fue todo un logro a escala censal y estadística.