Y el Señor, mirando tristemente su modelo, dijo: lo malo es que nunca tendrá descanso y jamás obtendrá ni la mitad de amor que ha derrochado por eso: ¡le doy mi bendición muyespecial!
Señor, dijo el ángel, ¡eres un genio!
Es, dijo el Señor: de gozo, tristeza, decepción, dolor, soledad, orgullo, alegría.
¿Y esa lágrima en los ojos, para qué es?
No solo pensar sino razonar y complementar, dijo el Señor.
¿Puede pensar?
El Señor le contestó: no te puedes imaginar lo que esta madre puede hacer y tolerar.
El ángel rodeó el modelo reservado de la mama y dijo: es muy suave y se ve fuerte.