-25% solo aquí

ALBARES (Guadalajara)

cinexin de los 80
Foto enviada por IR

Deja de ver la tele y atiendeme.
Pero si me has abandonado.
Deja de ver la tele y atiendeme.
El prota obedece (e incluso le da una pistolita que esconde en el tobillo), pero seguirá investigando por su cuenta hasta resolver el crimen. - Ejemplos: Arma Letal, Superdetective en Hollywood
Nuestro héroe tal vez sea el mejor poli de la ciudad, el único que resuelve los casos más difíciles. Pero eso a su superior no le satisface. Siempre le va a gritar por saltarse las normas, y al final de la reprimenda le suelta la clásica bomba: "quiero que me entregues tu placa y tu arma".
El jefe del protagonista nunca aprueba sus métodos
Debe ser que los exámenes para "malo de película" son demasiado fáciles... - Ejemplos: Misión Imposible 3, Jungla de Cristal
!". Y de ese modo ya tiene una motivación definitva para repartir estopa hasta el final de la película. - Ejemplos: Lobezno, El Imperio Contraataca, La Venganza de los Sith
Qué difícil es ser un héroe. Sobre todo teniendo en cuenta que, antes o después, sufrirá una pérdida o una revelación traumática. Y cuando ocurre la reacción suele ser la misma: caer de rodillas y, mirando al cielo, gritar un buen " ¡NOOOOOO!".
Ante la adversidad, el heroe siempre grita " ¡nooooo!"
Pues bien, incluso con toda esa fantásica tecnología, el villano siempre cuelga a tiempo para evitar que le localicen. Como mucho el agente habrá conseguido situarlo en un área de la ciudad... pero de varios kilómetros. - Ejemplos: Rescate, Última Llamada
Interior de la Comisaría. Los agentes y el protagonista esperan la llamada del secuestrador o asesino. En cuanto descuelgan, el especialista pide que se "enrrollen" para que dé tiempo a rastrear la llamada.
Nunca da tiempo a localizar las llamadas
Ese truco se ha convertido en un mal hábito en el cine de acción moderno, y ahora podemos ver a Bruce Willis o Van Damme acabando con cientos de enemigos y una sola pistola, que nunca necesita cartuchos nuevos. - Ejemplos: Cara a Cara, Commando
Todo comenzó cuando en las viejas películas del Oeste los vaqueros usaban revólveres de seis balas, pero los directores no querían interrumpir la acción mostrando al héroe recargando su arma una y otra vez.
Las balas nunca se agotan