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ALBARES (Guadalajara)

Nieve
Foto enviada por J.A

Hasta luego J. A tengo que salir.
Mala tarde para salir
Hasta luego J. A tengo que salir.
las campanadas de fin de año se ralentizan concediendo tres largos segundos entre cada una de ellas para conseguir terminar a tiempo y asegurarse la entrada con buen pie en un nuevo año lleno de suerte.
Y, por fin, llegan las campanadas. Doce sonidos secos para tomar doce uvas dulces a toda prisa, sin equivocarse. Aunque parezca misión imposible, los novatos no deben temer este momento puesto que para facilitar la ingesta de las uvas y evitar que muchos se atraganten,
A continuación, suenan los cuatro cuartos, un sonido doble producido por dos campanas al que hay que estar muy atentos y escuchar con cuidado ya que suele equivocar a los más impacientes, que los confunden con las verdaderas campanadas
Pues IR estaba aguantando el tipo como podía.
EL tema era para aguantar
El mecanismo de la máquina es puesto en marcha manualmente cada Nochevieja por los relojeros de Losada -que se encargan de su cuidado habitual y controlan que nada falle
Todos los ojos se fijan en su templete esperando la caída de la gran bola de acero dorado a la que acompaña el repicar de las campanas, señal de que la cuenta atrás ha comenzado.
Las campanadas, los cuartos, el carrillón, la bola

Nochevieja Falsa o ensayo de Nochevieja en la Puerta del Sol A medianoche el reloj de la antigua Casa de Correos se convierte en el protagonista de los últimos segundos del año.
Prueba de ello es la cita en la Puerta del Sol madrileña a la que acuden miles de personas. La plaza, iluminada por la decoración navideña, recibe desde horas antes de la medianoche a los que desean celebrar el cambio de año. Poco a poco, el lugar se va llenando de gentes venidas de todas partes, algunos ataviados con gorros de Papá Noel, disfrazados con pelucas imposibles o extraños sombreros -que pueden adquirirse en los puestos navideños de la Plaza Mayor- o cantando villancicos.
En la actualidad, la Nochevieja es el momento de echar la vista atrás para repasar tanto lo bueno como lo malo que se ha hecho en los últimos 365 días y realizar así un listado de buenos propósitos. Pero, sobre todo, es una larga noche para celebrar en la calle, rodeados de amigos y de todos aquellos que quieran unirse a la última fiesta del año
Yo no aguanto tanto me parto la caja antes
Pues IR estaba aguantando el tipo como podía.
Ojo, diez minutos hablando por teléfono y no se enteraba.
Yo no aguanto tanto me parto la caja antes
aunque olvidaron aclarar si debían de ser doce uvas como símbolo de los doce meses que quedan atrás o simplemente para corresponder con el número de campanadas. Sin duda, esta iniciativa tuvo un gran éxito, porque hoy en día la liturgia de las doce uvas es una obligación para quien quiera despistar al mal fario
Te dejo con tu noche vieja.