Otra faceta de vital importancia fué la esmerada dirección de un buen elenco de actores. Recuerdo con especial inquietud, los soberbios personajes que interpretaba Narciso Ibañez Menta (el padre de Chicho), que era un maestro de la caracterización. Algunos episodios se basaron en adaptaciones de escritores clásicos del género, como Edgard Allan Poe (inolvidables los que recrearon "El Cuervo", o "El Caso del Sr. Valdemar"). Quizás ahí, precisamente radicaba el éxito del programa, aquel aire teatral, oscuro, capaz de lograr la angustia del espectador a través del miedo "que se presiente". Todo ello sn tener que recurrir a truculencias sangrientas, o a efectos especiales impactantes, es más, los episodios se filmaban en plató, sin apenas exteriores. , evocando todas esas series que nos fascinaron a través de la pantalla mágica del televisor, hacer alusión a esta magistral creación de Narciso "Chicho" Ibañez Serrador, producida por Televisión Española, desde 1965 a 1970, y que consiguió, con escasos medios, aterrorizar a España y varios países de America Latina.