Y mmj con sus cosas insólitas. Hasta luego. Según cuenta la leyenda, san Lorenzo se negó a entregar las riquezas de la Iglesia al prefecto, y en cambio las distribuyó entre los pobres. Cuentan que sobre su tumba, en Roma, se levantó una iglesia, que hoy en día es una de las siete basílicas romanas. El diácono de la Iglesia de Roma, Lorenzo (Hispania, 210-Roma, 258) fue quemado vivo y lentamente en una parrilla a raíz de una orden del prefecto de Roma. Debían ser unos higos chumbos, porque si no, no se entiende que le pareciera tan graciosa la escena. Crisipo escribió más de 700 tratados, de los que se conservan sólo algunos fragmentos.