Los pilotos cada vez están mejor formados y son más profesionales. Tanto que son capaces de hacer aterrizar una aeronave con una mano en los mandos y otra... sujetando una serpiente que había aparecido misteriosamente sobre el panel de control. Ocurrió en 2006. Serpientes en el avión Él accedió y, cuando le llevaron a su nuevo emplazamiento se dio cuenta que era la taza del váter. Al negarse el piloto tomó cartas en el asunto y le dijo al pasajero que allí se hacía lo que él dijese porque era su avión, estaba bajo su mando y debía estar agradecido por estar a bordo. Demandó a la compañía, JetBlue, y obtuvo una indemnización de dos millones de dólares. ¿Perdone, podría cambiarle a este pasajero su asiento por el suyo? Esta pregunta se realiza muchas veces para que vayan familias juntas, sobre todo padres con sus hijos pequeños. Y, en la mayoría de los casos, el cambio se realiza sin ningún problema. Sin embargo qué cara se le debió quedar a un pasajero estadounidense cuando una azafata se acercó a él y le pidió si podía dejarle su asiento a un miembro de la tripulación. Cambio de plaza