Le dijo que lo sentía mucho, pero que en aquel mo-mento tenía muchísima prisa porque debía coger el tren. Que había llamado varias veces para comunicárselo, pero que, por desgracia, no consiguió hacerse oír a causa del ruido de la cena. Así pues, había dejado el gato junto al porche. ¿Lo habían encontrado ya?.