Ronald Reagan se encontraba ante el micrófono durante lo que él pensó que eran unas pruebas de sonido antes de empezar una entrevista en una emisora de radio, cuando bromeó: "Queridos colegas americanos, me complace decirles que hoy he aprobado una legislación que desmantelará a Rusia para siempre. Comenzaremos a bombardear en cinco minutos." El problema es que no se dieron cuenta de que estaban en el aire. Es entendible que estando en plena Guerra Fría, la broma no sentara muy bien entre los oyentes.