El comienzo de los sucesos parece tener un hecho concreto: en el año 1640, Don Francisco Manuel Silvestre de Guzman y Zuñiga, sexto marques de Ayamonte, es acusado por instigar una conjura separatista apoyando la secesión de Andalucía y de entregar unos documentos que hicieron abortar la reintegración de la corona portuguesa a España.