La señorita Pepis, cuyo consultorio asociado a los juguetes del mismo nombre -maletines de enfermera, maquillaje, costura, limpieza y pelucas, productos típicamente femeninos- encandiló a las niñas durante los años setenta, se llama Margarida Callao, y acaba de publicar sus memorias a los 85 años, tras haber mantenido oculta hasta ahora su verdadera identidad.