ALBARES: No, no puedo, dijo el Señor, estoy a punto de crear...

No, no puedo, dijo el Señor, estoy a punto de crear a alguien tan cerca de mí, que debo terminar. Debe ser alguien que se cure solo, alguien que resuelve todo, que pueda alimentar a una familia de seis con unos cuantos billetes, que logre meter a un niño de nueve años bajo la regadera y contarle un cuento capaz de tranquilizarlo.