![Juguetes de la infancia](/fotos_reducidas/7/0/0/00441700.jpg)
El descubrimiento de un pequeño arsenal con el que, al parecer, los miembros de la secta desarrollaban prácticas paramilitares precipitó que la organización abandonara el edificio. A partir de la década de 1980 el castillo se convirtió en un lugar lúgubre y solitario, visitado solo por curiosos que intentaban invocar a las “fuerzas ocultas”.