Regreso al castillo
Dos años más tarde, Gerardo Cano volvió a pernoctar en el castillo de Santiuste y –según cuenta– a la misma hora que la vez anterior, al amanecer, volvió a escuchar los terribles alaridos. En esta ocasión Gerardo y sus amigos también oyeron pasos al otro lado de la puerta y extraños ruidos detrás del muro, pero allí no había nadie más que él y sus amigos.
Dos años más tarde, Gerardo Cano volvió a pernoctar en el castillo de Santiuste y –según cuenta– a la misma hora que la vez anterior, al amanecer, volvió a escuchar los terribles alaridos. En esta ocasión Gerardo y sus amigos también oyeron pasos al otro lado de la puerta y extraños ruidos detrás del muro, pero allí no había nadie más que él y sus amigos.