ALBARES: - ¡Abuelita!- gritó la niña-. ¡Llévame contigo! ¡Cuando...
- ¡Abuelita!- gritó la niña-. ¡Llévame contigo! ¡Cuando se apague el fósforo, sé muy bien que ya no te veré más! ¡Desaparecerás como la chimenea de hierro, como el ave asada y como el hermoso nacimiento!