Enero, claro y heladero,
Enero, frío y seco,
no descuida jamás su respetable apariencia, y peina canas de nieve, barbas de hielo y sayales plomizos de nubes, sin dejar por eso de suavizar la serenidad de su apostura, con alguna sonrisa de sol.
Enero, frío y seco,
no descuida jamás su respetable apariencia, y peina canas de nieve, barbas de hielo y sayales plomizos de nubes, sin dejar por eso de suavizar la serenidad de su apostura, con alguna sonrisa de sol.