Se sabe que Beehoven paseaba por el campo, tras el estreno de su 8ª sinfonia, al rato de caminar se para junto a un puesto que regentaban unas muchachas, y les pide una bolsa de cerezas, cuando Beethoven les pregunta que cuanto valen, una de las muchachas, le dice"No le cobraremos, por que su sinfonia nos ha gustado mucho"