ALBARES: Según una sólida leyenda hollywoodiense, “tío Oscar”...

Según una sólida leyenda hollywoodiense, “tío Oscar” no era otra cosa que un apodo cariñoso que se le dio a raíz del comentario que hizo en 1931 la bibliotecaria de la Academia, Margaret Herrick quien, al verla por primera vez exclamó: " ¡Pero si es igual que mi tío Oscar!". Oída casualmente esta frase por un periodista, utilizó el nombre para denominar los nuevos premios.