Aún así, no le van a la zaga núcleos como Almagro, Villanueva de los Infantes, Molina de Aragón, Campo de Criptana y tantos otros rincones y lugares que ofrecen al viajero un sitio donde reposar su cuerpo y descansar su mente bajo la vigilancia de Sancho, el mejor de los escuderos conocidos, cuyo espíritu deambula aún por estas tierras acompañando a su señor.