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Tras la muerte de su padre en 1685 desembarcó en Inglaterra, pero fue derrotado en Sedgemoor, capturado y decapitado. Sin embargo, antes de ser enterrado se decidió que debía hacerse un retrato suyo para la posteridad. Así es que se le volvió a coser la cabeza al cuerpo y se hizo el retrato, que actualmente está colgado en la National Gallery de Londres.