También parece ser que llevaba un anillo hueco lleno de veneno, un puñal de oro y una cuerda, también de oro, para poder estrangularse por si todo lo anterior fallaba. Pero, aunque sea sorprendente, fue asesinado por su guardia personal, quienes le ahogaron con la esponja que los romanos utilizaba en lugar del actual papel higiénico, cuando el joven emperador, de tan sólo dieciocho años, cumplía con sus necesidades fisiológicas.