De pronto, la sala de espera de Penélope se hace pequeña, con los 108 pretendientes al trono rondando por allí. Por lo que ella debe prometer que, cuando termine su tapiz, elegirá esposo. Pero Penélope es fiel y astuta: todas las noches, deshace en secreto lo que ha tejido durante el día, hasta el regreso de Ulises.