Al llegar a la edad adulta, se convirtió en un gran empresario de algunas cadenas de medios de comunicación, aunque se supo, en 1990, que fue detenido por la policía de Angola por tráfico de drogas y armas. Joselito estaba actuando como mercenario en la guerra que en aquellos momentos asolaba el país africano, trabajando como cazador a sueldo tanto para el ejército como para los civiles que le contrataran. Luego fue encarcelado en España tras un episodio relacionado con la cocaína y una persecución policial en coche. Cinco años estuvo en prisión.