Residió en la Casa Blanca entre los años 1989 y 1993 junto a su marido George H. W. Bush, el 41º presidente de los Estados Unidos. Como Primera Dama se centró en los desfavorecidos y en los analfabetos. Pero también dedicó sus energías en revitalizar y preservar el Fondo del Legado de la Casa Blanca que se dedicaba a acondicionar y restaurar la casa presidencial.