La mujer ha alcanzado casi la igualdad plena en las sociedades del mundo desarrollado, aunque todavía queda mucho por conseguir. Sin embargo otros países continúan situando a la mujer en estratos muy inferiores. Por ejemplo, países como Arabia Saudí prohíben a sus mujeres participar mediante el voto, y en Líbano o los Emiratos Árabes Unidos pueden votar pero con muchas restricciones.