Años después, el general George Washington (poco después sería presidente del país) que tenía en su ejército soldados descendientes de irlandeses, permitió a las tropas celebrar el 17 de marzo. Y desde entonces la tradición se ha repetido, celebrándose este año en Nueva York la 248ª edición del desfile. Otras partes del mundo también se vuelcan en esta festividad como Argentina, Australia, Canadá, Nueva Zelanda o Uruguay.