La verdadera revolución llegó en los años 60, con la liberación sexual de la mujer. Los jóvenes se desnudaban en Woodstock al son de la guitarra de Jimmy Hendrix, o Janis Joplin, entre otros. Entonces, la típica furgoneta "hippie", llamada Volkswagen Caravelle, se convirtió en el símbolo del "amor libre".