El
tren salió de su
tunel oscuro, y los pasajeros se incandilaron con la luz del sol que estaba atardeciendo en el
mar. La niña de dorados rizos, que estaba sentada en el regazo de su mamá, le decía que todavía habían bañistas en la
playa aunque el
verano playero acababa de terminar, y le preguntó: