Horas antes del maremoto que asoló el Lejano Oriente en diciembre de 2004, un grupo de elefantes de un sitio turístico en Tailandia se liberaron de sus cadenas y salieron en estampida hacia tierras más altas. Aunque no existen evidencias, es posible que las ondas de infrasonido de la actividad sísmica fueran recogidas por los animales. Este ruido de baja frecuencia es inaudible para los humanos, pero pudo ser detectado por los elefantes y por eso su comportamiento...