El futbolista Luis Figo ha sido otra víctima indirecta de la fobia a los gatos negros. Según publicó el diario "Líbero", durante su etapa en el Inter de Milán, el jugador atropelló a un minino en el centro de la ciudad italiana y, según supuestos testigos presenciales, dio la impresión de que el coche embistió deliberadamente al felino.