La única vez que Antonio Izquierdo salió de la cárcel tras su condena fue el pasado 15 de diciembre de 2006 para asistir al entierro en Mérida de su hermano Emilio, porque un año antes no había acudido, por el contrario, a ninguno del de sus hermanas, Luciana y Ángela, que habían permanecido quince años internadas en el Hospital Psiquiátrico de Mérida, donde fallecieron.