Esta idea encaminada a atraer el turismo, al igual que en Valencia, hizo que se organizara, ese mismo año, las primeras Hogueras de San Juan, permitidas por el Ayuntamiento, a imagen y semejanza de las Fallas de Valencia. A partir de 1932, las comisiones crearon la máxima representación en esta fiesta; "La Belleza del Fuego" (Bellea del foc), cargo máximo en cada comisión y que se elige anualmente.