Muchas de estas últimas dan la posibilidad de la salvación para las personas que se encuentran con ellas eligiendo uno, entre varios objetos;[3] si bien es reseñable el carácter de alguna de ellas, como la de Villarrobledo, cuya sóla mirada (en clara alusión a las Lamias y la Santa Compaña) le puede servir para liberarse y dejar al infeliz espectador ocupando su lugar.