Tras 13 meses de seguimiento, los datos constatan que los pequeños estudiantes que invertían más de dos horas al día delante de la televisión o en videojuegos tenían un 67% de riesgo de padecer problemas de atención en comparación con los menores que pasaban menos tiempo frente a la tele o la 'máquina'. Esta probabilidad fue similar en los estudiantes de más edad.