Los días sucesivos fueron un rosario de derrotas de las tropas españolas. El día 8 son derrotados frente a Tudela, teniendo que abandonar la ciudad; el día 13 ocurre los mismo en Mallén y el 14 en Alagón, acción en la que participó el general Palafox, y en la que casi cae prisionero de los franceses, retirándose el ejército español hacia la ciudad de Zaragoza.