Pero la ciudad resistió gracias a la resistencia de su población y a la escasez de refuerzos de las tropas francesas para seguir manteniendo el asalto, pero sobre todo por la necesidad de tener que corregir sus líneas militares al tener conocimiento de los ejércitos franceses en Bailén, obligando a levantar el sitio de la ciudad, retirándose hacia Navarra.