A su derecha demoledora y a su enorme capacidad de desplazamiento, suficiente para ganar Roland Garros, ha ido sumando un revés cruzado ganador, un cortado defensivo, mayor atrevimiento en la red y un servicio más plano y variado, en un principio basado siempre en porcentajes. Con estos recursos conquistó Wimbledon. Ahora, con una nueva empuñadura para el primer servicio y una reducción más drástica aún de su 'liftado', el US Open también es posible.