Luz ahora: 0,12106 €/kWh
ALGUNOS ASPECTOS SOBRE LA CONSTRUCCIÓN DE LA IGLESIA DE SAN ESTEBAN DE ALBARES.
En 1743, el retablo mayor debía presentar algunas deficiencias, por lo que fue necesario que el maestro Bernardo de Castro realizara el arreglo de algunas piezas, a la vez que retocó los ángeles de la custodia. Pero, en 1748 todavía no se había dorado el retablo mayor, según se refleja en los acuerdos tomados ese año, en los que se dice que hay que destinar 7.100 reales de residuos de la venta del monte, y que este dinero se dedique al dorado del altar. A su vez se acordó que este trabajo se encargase a artífices peritos. El retablo finalmente fue dorado, aunque se desconoce la fecha exacta. Más adelante, se hicieron algunas modificaciones, principalmente en el altar, ya que se dispuso, en 1773, que se estrechase la mesa del altar y que se retirase el tabernáculo un tercio, hacia dentro. Pero en 1783, se decidió que se hiciese un altar a la italiana. De ello se encargó el maestro tallista Manuel Lamiana, quien construyó una mesa a la romana para el altar mayor por 350 reales de vellón el 5 de marzo de 1784. Posteriormente, esta mesa se doró y jaspeó.
En 1743, el retablo mayor debía presentar algunas deficiencias, por lo que fue necesario que el maestro Bernardo de Castro realizara el arreglo de algunas piezas, a la vez que retocó los ángeles de la custodia. Pero, en 1748 todavía no se había dorado el retablo mayor, según se refleja en los acuerdos tomados ese año, en los que se dice que hay que destinar 7.100 reales de residuos de la venta del monte, y que este dinero se dedique al dorado del altar. A su vez se acordó que este trabajo se encargase a artífices peritos. El retablo finalmente fue dorado, aunque se desconoce la fecha exacta. Más adelante, se hicieron algunas modificaciones, principalmente en el altar, ya que se dispuso, en 1773, que se estrechase la mesa del altar y que se retirase el tabernáculo un tercio, hacia dentro. Pero en 1783, se decidió que se hiciese un altar a la italiana. De ello se encargó el maestro tallista Manuel Lamiana, quien construyó una mesa a la romana para el altar mayor por 350 reales de vellón el 5 de marzo de 1784. Posteriormente, esta mesa se doró y jaspeó.