Los pesimistas creen que probablemente no resolverán nunca sus problemas, y suponen que sus problemas son consecuencia de sus propios fracasos y defectos personales, que tienen por imposibles de cambiar.
Los optimistas creen que sus problemas son temporales y que se deben a la mala suerte o a circunstancias incontrolables. Los optimistas creen que sus problemas se resolverán con el paso del tiempo, o que ellos mismos resolverán sus problemas. Cuando los optimistas advierten que ellos mismos tienen defectos o faltas, suponen que son capaces de mejorarse a sí mismos.
Los optimistas creen que sus problemas son temporales y que se deben a la mala suerte o a circunstancias incontrolables. Los optimistas creen que sus problemas se resolverán con el paso del tiempo, o que ellos mismos resolverán sus problemas. Cuando los optimistas advierten que ellos mismos tienen defectos o faltas, suponen que son capaces de mejorarse a sí mismos.