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Campanas
Según la tradición popular, un pueblo no es considerado villa si no tiene torre su iglesia y ésta, a su vez, no cuenta con pila bautismal y la llamada de una campana. Las campanas han servido de comunicación entre sus vecinos con sus distintas claves. Sobre la interpretación de los tañidos. El primer volteo se llamaba del Alba, los toques de misa diaria convocaban a los fieles al culto. El de mediodía (las 12 h.), El Angelus" y advertía a las amas de casa que había que preparar la comida y a los labradores y jornaleros en el campo, que era hora de desatar el yugo a las yuntas y prepararse para comer. El toque del Rosario invitaba al rezo en la Iglesia. El de Ánimas era el último del día, para dejar el trabajo y volver a casa. Había otros toques ocasionales como el de "difuntos", diferenciandose si era hombre o mujer. El toque de "apremio" o llamada, avisando si había algún fuego o desgracia de la que se nesitaba ayuda de todo el pueblo. Los días de fiestas se repicaban las campanas. En Semanna Santa no se tocaban, se hacía con carraca, en señal de respeto. Las campanas tenían su fín y ayudaban a regirse a la comunidad a falta de reloj. La referencia horaria era el sol y las campanas.
Según la tradición popular, un pueblo no es considerado villa si no tiene torre su iglesia y ésta, a su vez, no cuenta con pila bautismal y la llamada de una campana. Las campanas han servido de comunicación entre sus vecinos con sus distintas claves. Sobre la interpretación de los tañidos. El primer volteo se llamaba del Alba, los toques de misa diaria convocaban a los fieles al culto. El de mediodía (las 12 h.), El Angelus" y advertía a las amas de casa que había que preparar la comida y a los labradores y jornaleros en el campo, que era hora de desatar el yugo a las yuntas y prepararse para comer. El toque del Rosario invitaba al rezo en la Iglesia. El de Ánimas era el último del día, para dejar el trabajo y volver a casa. Había otros toques ocasionales como el de "difuntos", diferenciandose si era hombre o mujer. El toque de "apremio" o llamada, avisando si había algún fuego o desgracia de la que se nesitaba ayuda de todo el pueblo. Los días de fiestas se repicaban las campanas. En Semanna Santa no se tocaban, se hacía con carraca, en señal de respeto. Las campanas tenían su fín y ayudaban a regirse a la comunidad a falta de reloj. La referencia horaria era el sol y las campanas.