ALGAR DE MESA
Crónica en el diario de Nueva Alcarria, viernes, 24 de marzo de 2006, pág. 30.
MADRE MARÍA: "LA VIDA ES UN REGALO DE DIOS PARA SER REGALADA".
Nació en Algar, hoy es superiora de la residencia Santa Ana.
"La vida tiene sentido si la das". Pudiera parecer una tópica afirmación sin ningua trascendencia. Quiza nos hemos apropiado de la vida. Nos hemos hecho dueños de algo que no nos pertenece. La vida es un regalo de Dios para ser regalada. Por eso, en dar la vida está el secreto de la felicidad humana, no en el recibir, ni en acumular, ni siquiera en disfrutar como fin último del ser humano".
A la madre María del Carmen Pérez hace cinco años que la tarladaron a Molina de Aragón. Junto a siete hermans de la comunidad de Santa Ana, personal auxiliar y el capellan don Jesús, atienden cada día a 58 residentes, formando una gran familia. Su mayor satisfación es atender a las personas y dar respuesta a todas las necesidades que se presenten.
La misión de sor María del Carmen abarca el conjunto de la residencia, la comunidad religiosa de Santa Ana y la atenció a sus hermanas. Cuando tenía 21 años, sor María del Carmen estuvo seis meses de postulantado en el sanatorio del Rosario. Posteriormente continuó su noviciado en Navarra, volviendo a Madrid para ampliar sus estudios. Allí hace sus prácticas de enfermería. De sus cinco años de estancia en Roma guarda muy buenos recuerdos. Con su titulación de enfermería ejerció en el hospital de San Juan de Dios de León durante 15 años, dos años en Pamplona y cuatro en Burgos. Después de este largo recorrido, la madre María del Carmen regresó hace unos años a Molina de Aragón, su tierra, para regir la residencia de ancianos de Santa Ana, situada en la plaza de San Francisco.
A 50 kilómetros de su actual lugar de trabajo y situado en el Valle del Mesa, está su pueblo, Algar de Mesa. Allí nació la madre María del Carmen, hija de Augusto y Nicolasa; hermana de Juanita, Paco, Pedro, José y Loli. Paco y Juanita continuan viviendo en Algar, los demás en Guadalajara. La casa familiar tiene una particularidad, estar unida a la iglesia de Santo Domingo de Guzmán.
Crónica en el diario de Nueva Alcarria, viernes, 24 de marzo de 2006, pág. 30.
MADRE MARÍA: "LA VIDA ES UN REGALO DE DIOS PARA SER REGALADA".
Nació en Algar, hoy es superiora de la residencia Santa Ana.
"La vida tiene sentido si la das". Pudiera parecer una tópica afirmación sin ningua trascendencia. Quiza nos hemos apropiado de la vida. Nos hemos hecho dueños de algo que no nos pertenece. La vida es un regalo de Dios para ser regalada. Por eso, en dar la vida está el secreto de la felicidad humana, no en el recibir, ni en acumular, ni siquiera en disfrutar como fin último del ser humano".
A la madre María del Carmen Pérez hace cinco años que la tarladaron a Molina de Aragón. Junto a siete hermans de la comunidad de Santa Ana, personal auxiliar y el capellan don Jesús, atienden cada día a 58 residentes, formando una gran familia. Su mayor satisfación es atender a las personas y dar respuesta a todas las necesidades que se presenten.
La misión de sor María del Carmen abarca el conjunto de la residencia, la comunidad religiosa de Santa Ana y la atenció a sus hermanas. Cuando tenía 21 años, sor María del Carmen estuvo seis meses de postulantado en el sanatorio del Rosario. Posteriormente continuó su noviciado en Navarra, volviendo a Madrid para ampliar sus estudios. Allí hace sus prácticas de enfermería. De sus cinco años de estancia en Roma guarda muy buenos recuerdos. Con su titulación de enfermería ejerció en el hospital de San Juan de Dios de León durante 15 años, dos años en Pamplona y cuatro en Burgos. Después de este largo recorrido, la madre María del Carmen regresó hace unos años a Molina de Aragón, su tierra, para regir la residencia de ancianos de Santa Ana, situada en la plaza de San Francisco.
A 50 kilómetros de su actual lugar de trabajo y situado en el Valle del Mesa, está su pueblo, Algar de Mesa. Allí nació la madre María del Carmen, hija de Augusto y Nicolasa; hermana de Juanita, Paco, Pedro, José y Loli. Paco y Juanita continuan viviendo en Algar, los demás en Guadalajara. La casa familiar tiene una particularidad, estar unida a la iglesia de Santo Domingo de Guzmán.