ALGAR DE MESA
CRONICA EN EL DIARIO DE NUEVA ALCARRIA VIERNES 11 DE MARZO 2011. POR JUAN JOSÉ BALONGA OCHOA.
CAPITULO II
Mi tio Crescencio fue cartero de Villel y Algar. Vivía en Villel, y todos los días venia a Algar a repartir las cartas. durante muchos años hizo este trayecto a pie (10 KM. ida y vuelta). Después se compro una pesada bicileta de la marca orbea. Acabó con una molilette de pedales.
Contaba mi tío Cescencio, que como cartero vivió muchas anécdotas. Recuerdo que me contó la de una señora que no sabía leer ni escribir, y que tenía un hijo soldado en África. Cuando el soldado escribía a su madre, y mi tío le entregaba la carta, la señora le pedía que se la leyera. También contestaba mi tío al soldado, en nombre de su madre, de la que también damos cuenta en esta página.
Cosas de la mili: el soldado y su madre.
"querdios padres, hermana Purita: espero que al recibo de estas cuatro letras, se encuentren bien de salud; yo por momento, estoy bien gracias a Dios". En las cartas del soldado a su madre solía agradecerle el paquete de mantanza que le había enviado.
Le decía que había compartido los chorizos con sus amigos, y que les había gustado. También yo he probado los que mandó a su madre a un amigo; estaban buenos, pero son mucho mejor que los que manda usted.
Cuenta el soldado a sus padres, las grandezas y miserias de estas tierras africanas. Les dice que ayer estuvo en el puerto viendo los barcos. Les dice que está asombrado de la grandiosidad del mar.
Les habla de su vida cotidicana como soldado. Les cuenta que al mes que viene irán de maniobras y estarán en el campo una semana. Dice que hay en el cuartel, paisanos. Ha conocido a uno de Iruecha; otro de Tartanedo y otro de Amayas; este de Amayas me dice que conoce nuestro pueblo; pues fue una vez con su padre a comprar cebada.
El de Tartanedo me dice que este año van a tener en su pueblo, un cosechón; pués las lluvias de abril fueron como un regalo caido del cielo.
Me he hecho un retrato en el puerto delante de un barco americano; en la próxima carta, se lo mandaré.
Madre, dígale a padre que se cuide mucho. Que me cuente como cría la oveja careta a los tres corderos que parió.
Que me avise para la siega de las cebadas; pués trataré de que me den permiso, para ayudarle.
Madre, sin más cosas que contarle por el momento, sea despide su hijo y hermano, mandándoles un fuerte abrazo.
Se me olvidaba decir a la Purita, que hable con María Antonia y le de recuerdos de mi, pero que no se enteren sus padres. (La María Antonia es un chica del pueblo, que le gusta). cuando el cartero llamaba a la pueerta con la carta del soldado, la madre se llenaba de alegría y no tardaba en anunciar a sus vecinas, que ha escrito el muchacho y les leía orgullosamente en voz alta la carta de su hijo.
FIN DE LA SEGUNDA PARTE.
CRONICA EN EL DIARIO DE NUEVA ALCARRIA VIERNES 11 DE MARZO 2011. POR JUAN JOSÉ BALONGA OCHOA.
CAPITULO II
Mi tio Crescencio fue cartero de Villel y Algar. Vivía en Villel, y todos los días venia a Algar a repartir las cartas. durante muchos años hizo este trayecto a pie (10 KM. ida y vuelta). Después se compro una pesada bicileta de la marca orbea. Acabó con una molilette de pedales.
Contaba mi tío Cescencio, que como cartero vivió muchas anécdotas. Recuerdo que me contó la de una señora que no sabía leer ni escribir, y que tenía un hijo soldado en África. Cuando el soldado escribía a su madre, y mi tío le entregaba la carta, la señora le pedía que se la leyera. También contestaba mi tío al soldado, en nombre de su madre, de la que también damos cuenta en esta página.
Cosas de la mili: el soldado y su madre.
"querdios padres, hermana Purita: espero que al recibo de estas cuatro letras, se encuentren bien de salud; yo por momento, estoy bien gracias a Dios". En las cartas del soldado a su madre solía agradecerle el paquete de mantanza que le había enviado.
Le decía que había compartido los chorizos con sus amigos, y que les había gustado. También yo he probado los que mandó a su madre a un amigo; estaban buenos, pero son mucho mejor que los que manda usted.
Cuenta el soldado a sus padres, las grandezas y miserias de estas tierras africanas. Les dice que ayer estuvo en el puerto viendo los barcos. Les dice que está asombrado de la grandiosidad del mar.
Les habla de su vida cotidicana como soldado. Les cuenta que al mes que viene irán de maniobras y estarán en el campo una semana. Dice que hay en el cuartel, paisanos. Ha conocido a uno de Iruecha; otro de Tartanedo y otro de Amayas; este de Amayas me dice que conoce nuestro pueblo; pues fue una vez con su padre a comprar cebada.
El de Tartanedo me dice que este año van a tener en su pueblo, un cosechón; pués las lluvias de abril fueron como un regalo caido del cielo.
Me he hecho un retrato en el puerto delante de un barco americano; en la próxima carta, se lo mandaré.
Madre, dígale a padre que se cuide mucho. Que me cuente como cría la oveja careta a los tres corderos que parió.
Que me avise para la siega de las cebadas; pués trataré de que me den permiso, para ayudarle.
Madre, sin más cosas que contarle por el momento, sea despide su hijo y hermano, mandándoles un fuerte abrazo.
Se me olvidaba decir a la Purita, que hable con María Antonia y le de recuerdos de mi, pero que no se enteren sus padres. (La María Antonia es un chica del pueblo, que le gusta). cuando el cartero llamaba a la pueerta con la carta del soldado, la madre se llenaba de alegría y no tardaba en anunciar a sus vecinas, que ha escrito el muchacho y les leía orgullosamente en voz alta la carta de su hijo.
FIN DE LA SEGUNDA PARTE.
ALGAR DE MESA
Una vez leida la crónica, me ha hecho recordar mi infancia que fue desarrolandose y creciendo en las calles y plaza, Algar, junto a mis familiares y amigos.
El tío Crescencio, como todos los demás forman parte de nuestras vidas y que siemre recordaremos. Precisameente al tío Crescencio le hice una entrev sta y que fué publicada en el diario de Nueva Alcarria, el 4 de Octubre del 2002, y que figura en los mensajes de Algar de Mesa.
Me uno al cariño y buenos recuerdos que Juan José, guarda de Algar, al igual que nos une, por se descenciente de la familia Pérez; fueron11 hermanos. Mi abuelo Pablo, que se caso con nuestra abuela Gregoria, y que vivieron en Villel de Mesa y esta enterrado en el Campo Santo Parroquial de Villel de Mesa.
Sigamos dando vida a nuestros recuerdos y así despertaremos los grandes valores que guarda nuestro pueblo de Algar, que no dejan de ser los valores que hemos herredado de nuestros ante-pasados. Te felicito Juan José, y precisamente en este día de San José, día 19 de Marzo. Nos veremos este verano en Algar. Pedro Larrad
Una vez leida la crónica, me ha hecho recordar mi infancia que fue desarrolandose y creciendo en las calles y plaza, Algar, junto a mis familiares y amigos.
El tío Crescencio, como todos los demás forman parte de nuestras vidas y que siemre recordaremos. Precisameente al tío Crescencio le hice una entrev sta y que fué publicada en el diario de Nueva Alcarria, el 4 de Octubre del 2002, y que figura en los mensajes de Algar de Mesa.
Me uno al cariño y buenos recuerdos que Juan José, guarda de Algar, al igual que nos une, por se descenciente de la familia Pérez; fueron11 hermanos. Mi abuelo Pablo, que se caso con nuestra abuela Gregoria, y que vivieron en Villel de Mesa y esta enterrado en el Campo Santo Parroquial de Villel de Mesa.
Sigamos dando vida a nuestros recuerdos y así despertaremos los grandes valores que guarda nuestro pueblo de Algar, que no dejan de ser los valores que hemos herredado de nuestros ante-pasados. Te felicito Juan José, y precisamente en este día de San José, día 19 de Marzo. Nos veremos este verano en Algar. Pedro Larrad